Como las uveítis son un grupo de entidades clínicas muy infrecuentes, es probable que los pacientes que las padecen, sus familiares y personas cercanas deban buscar información acerca de este grupo de patologías.
Es usual que estos pacientes no conozcan a otra persona que padezca un cuadro de uveítis, lo cual puede generar mayor desconcierto y angustia. Por ello, es importante evacuar todas las dudas respecto de sus causas, niveles de severidad, formas de diagnosticar, tratamientos y pronóstico. Los cuadros de uveítis son muchos y muy variables. Pueden requerir un tratamiento que va desde leve, como la instilación de colirios, hasta los muy agresivos con drogas por vía general. Por otra parte, hay ciertos cuadros de uveítis que no requieren tratamiento y en otros el tratamiento puede ser tan prolongado como de varios años.
Hay uveítis que conviven toda la vida con un paciente sin generar mayores complicaciones como otras que pueden amenazar la visión o estar asociadas a patologías que exponen hasta la vida. Como puede verse, saber cuál es la uveítis que tiene el paciente afectado por esta enfermedad resulta imprescindible para darle a cada caso la importancia que merece.
¿Qué es la Uveítis?
La uveítis es una inflamación dentro del ojo que afecta la úvea (iris, coroides y cuerpos ciliares), la cual aporta la mayor parte del suministro sanguíneo a la retina, además contiene las células pigmentadas del ojo (melanocitos) e interviene en la acomodación de la imagen, modificando la convexidad del cristalino y el diámetro de las pupilas.
Las causas de uveítis pueden ser desórdenes autoinmunitarios, infecciones, infiltraciones celulares anormales benignas o malignas, y en muchos casos, la causa puede no ser determinada.
Ubicación anatómica
En el dibujo estamos observando al ojo en un corte longitudinal, es decir, de adelante hacia atrás. La fina línea pintada de anaranjado corresponde a la coroides, que se une hacia delante con el cuerpo ciliar y el iris, que aparecen en color marrón. La uvea o tracto uveal se denomina al conjunto de estos tres elementos anatómicos del ojo.
Cuando ocurre un proceso inflamatorio en alguno de estos sectores o en todos ellos es los que denominamos uveítis; se puede denominar: iritis, ciclitis o coroiditis, según qué sector uveal sea el más afectado por el proceso inflamatorio, es decir, si predomina en el iris, en los cuerpos ciliares o en la coroides respectivamente.
Cuando el mayor compromiso es en iris y cuerpos ciliares hablamos de uveítis anterior, cuando es en coroides es uveítis posterior y si compromete la parte intermedia del ojo entre las primeras y la segunda decimos que es una uveítis intermedia, y si compromete todos los sectores se llama uveítis difusa o panuveítis.
Este grupo de enfermedades inflamatorias intraoculares suelen ser una urgencia oftalmológica dado que tienen la potencial capacidad de afectar estructuras vitales del ojo, como la retina, el nervio óptico y la coroides, con lo cual generan un riesgo de pérdida irreversible de la visión.
Como ya dijimos en el tracto uveal se diferencian 3 sectores que, desde el polo anterior del ojo hacia el posterior son:
- Iris: corresponde a la única porción de la uvea que podemos observar en forma directa. Es aquel sector de color del ojo, que puede ser marrón, azul, verde o una variedad de los anteriores, lo cual depende de la concentración de pigmento que posea el individuo. Esto está directamente relacionado con la raza de la persona, de su carga genética, de su herencia.
- Los cuerpos ciliares: son aquellos que intervienen en la producción del humor acuoso y en el movimiento de los músculos de la acomodación del cristalino, esto último es lo que nos permite hacer foco en los objetos que miramos.
- La coroides: es la capa vascular y pigmentada que se encuentra ubicada entre la retina por dentro y la esclera por fuera. Generalmente cuando existe un cuadro de uveítis es raro que se comprometa aisladamente una de estas estructuras sin afectar a otras, es decir, que si el paciente presenta una coroiditis es probable que también afecte a la retina (retinitis) y al cuerpo o humor vítreo (vitreítis), como también puede afectar a los vasos de la retina (vasculitis). Si el paciente presenta una ciclitis puede también presentar una iritis y corresponder a un cuadro denominado iridociclitis. Si afecta la esclera será escleritis y si lo hace con la córnea se denomina queratouveítis. Cuando hay compromiso del la cabeza del nervio óptico o papila se dice que presenta papilitis.
Motivos de consulta de pacientes con uveítis
El motivo por el cual consulta un paciente con uveítis es de los más diverso, puede consultar por dolor, ojo rojo, visión borrosa, disminución de la visión, moscas volantes (miodesopsias), e incluso el cuadro puede ser hallado en una consulta oftalmológica de rutina por ser asintomático.
Estos síntomas dependen del sector del ojo que se encuentre más comprometido, de la intensidad del cuadro, del tiempo de evolución, y a veces de hallazgos que otras personas pueden encontrar como en el caso de los niños cuando la pupila es blanca o deformada. Esto es porque los niños raramente pueden percibir alteraciones visuales si son leves.